Luchamos por un sueño
Dicen que los comienzos suelen ser difíciles, y para no ser una excepción nosotras no íbamos a ser diferentes. Cuando comenzamos los entrenamientos en verano se podía ver en los ojos de todas las jugadoras del infantil femenino, algo que hacía tiempo que no sentía tan de cerca: Ilusión. Comenzamos sufriendo muchísimo ya que físicamente estábamos muy “tiesas” como se dice en el argot futbolístico, pero pronto, se empezaron a notar los esfuerzos que llevaban a cabo este grupo de jóvenes jugadoras, que trataban de mejorar a marchas forzadas, puesto que la competición comenzaba pronto, y se notaba que todavía no estábamos preparadas para competir.
Perdimos todos nuestros partidos amistosos, pero creo que con los malos resultados es con lo que más aprendimos, puesto que nos dimos cuenta, que si queríamos aprender a competir, teníamos mucho que mejorar. Nos pusimos manos a la obra y pronto empezamos a lograr nuestros primeros objetivos, en la presión de salida de balón, en la temporización y sobre todo en el control de nuestros propios nervios.
Es increíble que un grupo de jugadoras tan jóvenes (en total de 20) no falten nunca a entrenar, que siempre tengan la moral alta, y que se levanten con cada revés futbolístico para seguir luchando y peleando con el único objetivo de mejorar ellas mismas y sentirse más importantes dentro del equipo.
Pronto llegó nuestro primer gol, y también nuestra primera victoria, también fuimos capaces de competir al que hoy es primero en liga, perdiendo únicamente por un gol, y también conseguimos nuestra sufrida segunda victoria. Pero todo esto se consiguió gracias al esfuerzo, el compromiso y el respeto a este deporte, que tenemos cada uno de los que formamos parte de este maravilloso equipo.
Sigamos creciendo, sigamos mejorando, sigamos haciendo equipo, sigamos aprendiendo a jugar al deporte que más nos gusta, el que nos quita el sueño, y el que nos hace sentirnos vivas.
Siempre juntas, siempre unidas, siempre Colegio Miramadrid.