Los sueños no tienen límite
“Entrenar-competir-soñar”. Este es el lema de las dieciocho guerreras que componen nuestro alevín femenino. Diez de ellas llevan más temporadas con nosotros; tres, anteriormente jugaban al fútbol con chicos en otro club y las otras cinco chicas es la primera vez que practican este deporte.
Lo que diferencia a los grandes equipos del resto es el concepto que se tiene de la palabra “unión”. Esto es lo que le hace ser inmenso a este grupo de chicas, pues a pesar de que tengan diferentes edades, se admiran y se cuidan entre ellas. Más que compañeras, son amigas. Cada una saca lo mejor de sí misma para hacer grande a un equipo y a un
club que no se cansa de fomentar el fútbol femenino.
Cuando se pisa el campo para entrenar, llega el momento de trabajar. El ritmo intenso que se lleva en la hora de entreno se aprecia luego en el partido. Aunque, es cierto, que con estas niñas es imposible no reírte en algún momento puntual porque además de grandes futbolistas, son alegres y capaces de sacar el lado más tierno de sus entrenadoras, Cristina y Nerea.
Sin duda, el momento más esperado de la semana es la mañana de los sábados, y, concretamente, a la hora de partido. Las niñas asisten nerviosas al encuentro, pues, llega el momento de demostrar todo lo aprendido. Los padres son un factor clave porque las arropan desde la grada para que estas sientan su apoyo una vez salen a jugar.
“1-2-3… MIRAMADRID” gritan las jugadoras siempre antes de que el árbitro pite el inicio. Cada una está mentalizada de lo importante que es que los tres puntos se queden con nosotras. Desde que el balón empieza a rodar hasta que el árbitro pone fin, las nuestras se dejan el alma.
El resultado es que, de los seis partidos disputados hasta el momento, cuatro de ellos han sido victorias, un empate contra el Madrid B y una derrota contra el Madrid A. Sin duda, mejor arranque liguero imposible.
Cristina se muestra muy contenta por entrenar a este grupo de niñas: “Siempre he tenido debilidad por el fútbol femenino. Quería llevar un equipo de niñas que compartieran la misma pasión que tengo yo por este deporte, y lo he encontrado. Cada una de ellas aporta un trocito de magia y es lo que le hace tan especial. El ansia por ganar y la humildad al perder es digna de admirar. Ellas aprenden, pero, yo también aprendo de ellas. ¡Son increíbles!”
Nerea, también comenta: “Orgullo y progreso son las palabras con las que definiría a este equipo. Es increíble las ganas que ponen en cada entrenamiento y el carácter e ilusión que sacan en cada partido. Como entrenadora, me encanta compartir el proceso de aprendizaje de estas guerreras. El futuro de estas pequeñas futbolistas es muy prometedor. ¡Orgullosas de ellas es poco!”
El secreto está en que estas 18 fantásticas suman un TODO. La ilusión y las ganas con las que empezaron estas jugadoras en septiembre está dando sus frutos. Se encuentran cuartas empatadas a puntos con terceras y segundas y a solo dos puntos del líder. Estas chicas no dejan de sorprendernos partido tras partido. Aun queda mucha temporada y estamos seguros de que nos darán muchas más alegrías.
El fútbol no regala nada, si están donde están es por el esfuerzo conjunto. Porque como decía Di Stefano: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”.